Una alimentación saludable es imprescindible para proporcionar a nuestro cuerpo todos los nutrientes que este requiere para su correcto funcionamiento, dándonos la energía necesaria para llevar adelante las actividades del día.

Es por ello que cada menú se enfoca en cubrir las necesidades energéticas, conforme a cada etapa biológica (maternal, kínder, primaria, secundaria, adultos) mediante platos saludables que cuenten con los tres macronutrientes principales (hidratos, proteínas y grasas); predominando en ellos, alimentos naturales no industrializados como frutas y verduras frescas, cereales, legumbres, carnes magras, lácteos y huevos.

En el caso de los bebés deambuladores, los alimentos serán seleccionados acordes a su edad y requerimientos. Las carnes estarán desmenuzadas, las legumbres se cocinarán a su máximo nivel de cocción y todos los platos se encontrarán humectados en purés o salsas caseras, sin el agregado de sal ni caldos concentrados. Un plato nutricionalmente completo será aquel que disponga de vegetales, hidratos de carbono (como la papa, batata, harina de maíz), proteínas (como el pollo, carne, huevo, legumbres) y frutas de estación permitidas para su edad y desarrollo, priorizando el aporte de vitaminas y minerales indispensables como el Zinc, el Hierro, las vitaminas A, C, D y las del complejo B.